En Linux, puedes matar procesos utilizando el comando «kill». Este comando envía una señal a un proceso, y por lo general, se utiliza para detener o terminar procesos que se han quedado atascados o que no responden.
Para matar un proceso, sigue los siguientes pasos:
ps -aux
Esto muestra una lista de los procesos en ejecución, junto con su ID de proceso (PID).
kill PID
Si quieres forzar la finalización de un proceso que no responde a la señal normal de «kill», puedes utilizar la señal «SIGKILL» (señal 9) para detener el proceso.
kill -9 PID
Ten en cuenta que esto puede ser peligroso, ya que puede provocar la pérdida de datos si el proceso estaba realizando alguna tarea crítica.
También puedes matar un proceso utilizando el comando «pkill», que mata un proceso por su nombre en lugar de su PID.
pkill nombre_del_proceso
Este comando matará todos los procesos que tengan el nombre especificado. Ten en cuenta que esto puede matar procesos que no deseas matar, si hay varios procesos con el mismo nombre en ejecución en tu sistema.